Un españolito, joven estudiante madrileño, se marcha a Londres en el verano de 1969. El viaje le sale barato gracias a una subvención del Sindicato Español Universitario (SEU). Se queda en Inglaterra, se casa y empieza a hacer malabarismos. Cuando regresa de paso a España, todo ha cambiado. Él también. Marcha a Singapur y aprende trucos de broker. Se establece por fin en Australia, como civil servant especialista financiero en el departamento de Hacienda. Padece una crisis emocional y matrimonial. Regresa a su país, todavía más cambiado que la única vez que lo pisó. Empieza a trabajar en un bufete de gestión e inspección contable, y desde esa torre de cristal observa las mil y una maneras que la «nueva clase política emergente» ha urdido para medrar y enriquecerse. Una novela clásica con planteamiento, nudo y desenlace.
Edad de Ruinas
Fernando Bellón