Un artículo de Vicente Torres
A unos cuantos, cada vez menos, les intrigaba el modo en que el ser humano había hecho su aparición en la Tierra. Darwin resolvió esta cuestión de modo brillante, no sin reticencias en un principio. Pero tras este descubrimiento tan meritorio, quedaba otro asunto pendiente y es cómo ha podido seguir progresando la humanidad habida cuenta de las pulsiones homicidas que tienen sus integrantes y de su afición a apuñalar, traicionar y decepcionar que persisten a través de los milenios y que, cuando no se pueden llevar a cabo de forma real, porque lo impiden las leyes, lo hacen de forma metafórica. Paradigmático es el caso de que alguien espere una respuesta bondadosa y, en cambio, reciba un mazazo brutal. Los hay que mantienen una apariencia señorial, pero luego gastan muchas energías en empequeñecer a otros, con lo que demuestran cuál es la idea que tienen de sí.